miércoles, 27 de agosto de 2008
LA TAREA DE SER ACTOR (PINTAR EN EL AIRE)
OPINIONES (Abrimos una nueva puerta).
El actor mueve las manos desprendidas de los brazos. Mueve los brazos desprendidos del tronco. Brazos sin dueño en el espacio límpido. Su tronco está rígido. Su cabeza se mueve enfatizando cada idea. No respira. Las piernas lo atan al piso. Lo obligan a permanecer allí, como un preso.
Es un actor, paralizado en un cierto punto, de un cierto escenario, de un cierto país. Igual a miles de actores... pero cuyas manos, de todos modos, se mueven desprendidas de sus brazos.
Es el actor que Stanislavski hostiliza cuando se adelanta hacia el proscenio sin tener en cuenta a los demás...
Es aquel actor que proclama a quien lo quiere oir que los libros valiosos lo aburren, las películas importantes lo duermen, y las obras teatrales de valor le parecen pretenciosas.
Nada de esto en realidad importa. Porque el arte, o al menos la vocación de hacerlo, perdura más allá de todas estas imposturas.
El actor que mueve las manos desprendidas de los brazos puede también sorprenderse ante las observaciones. Puede experimentar una intensa curiosidad por el problema que se le plantea. Puede volver a su casa y, en medio de la oscuridad de la noche, a solas en su habitación, sentarse en la cama en un insomnio fructífero y reflexionar.
Ponerse de pie descalzo ignorando el frio del cuarto y comenzar muy lentamente una y otra vez a investigar sobre el punto de apoyo exacto que necesita. Puede observarse una y otra vez en todas las circunstancias de su vida, aun en las situaciones límite, y extraer material para su arte. Puede practicar distintas disciplinas gimnásticas en busca de una mayor flexibilidad. Puede estudiar la situación y tratar de ubicarse en el "como si" sin que los pensamientos críticos lo detengan.
Este actor, es el actor "santo" de Grotowsky.
Es el "beauty actor" del que hablaba Strassberg.
Es el actor a quien Bergman consideraba el verdadero motor de su talento.
Este actor es un buscador. Encuentra placer en la búsqueda misma. por lo tanto, no se lo resiente fácilmente. Sobrevive a casi todas las dificultades. A casi todos los fracasos. Y, cuando triunfa, no modifica lo esencial en él. Porque la calidad de riqueza que lo atrae no tiene una forma precisa. Porque PINTA EN EL AIRE. Y ES GENEROSO CON SU PINTURA.
Beatriz Mátar
El actor mueve las manos desprendidas de los brazos. Mueve los brazos desprendidos del tronco. Brazos sin dueño en el espacio límpido. Su tronco está rígido. Su cabeza se mueve enfatizando cada idea. No respira. Las piernas lo atan al piso. Lo obligan a permanecer allí, como un preso.
Es un actor, paralizado en un cierto punto, de un cierto escenario, de un cierto país. Igual a miles de actores... pero cuyas manos, de todos modos, se mueven desprendidas de sus brazos.
Es el actor que Stanislavski hostiliza cuando se adelanta hacia el proscenio sin tener en cuenta a los demás...
Es aquel actor que proclama a quien lo quiere oir que los libros valiosos lo aburren, las películas importantes lo duermen, y las obras teatrales de valor le parecen pretenciosas.
Nada de esto en realidad importa. Porque el arte, o al menos la vocación de hacerlo, perdura más allá de todas estas imposturas.
El actor que mueve las manos desprendidas de los brazos puede también sorprenderse ante las observaciones. Puede experimentar una intensa curiosidad por el problema que se le plantea. Puede volver a su casa y, en medio de la oscuridad de la noche, a solas en su habitación, sentarse en la cama en un insomnio fructífero y reflexionar.
Ponerse de pie descalzo ignorando el frio del cuarto y comenzar muy lentamente una y otra vez a investigar sobre el punto de apoyo exacto que necesita. Puede observarse una y otra vez en todas las circunstancias de su vida, aun en las situaciones límite, y extraer material para su arte. Puede practicar distintas disciplinas gimnásticas en busca de una mayor flexibilidad. Puede estudiar la situación y tratar de ubicarse en el "como si" sin que los pensamientos críticos lo detengan.
Este actor, es el actor "santo" de Grotowsky.
Es el "beauty actor" del que hablaba Strassberg.
Es el actor a quien Bergman consideraba el verdadero motor de su talento.
Este actor es un buscador. Encuentra placer en la búsqueda misma. por lo tanto, no se lo resiente fácilmente. Sobrevive a casi todas las dificultades. A casi todos los fracasos. Y, cuando triunfa, no modifica lo esencial en él. Porque la calidad de riqueza que lo atrae no tiene una forma precisa. Porque PINTA EN EL AIRE. Y ES GENEROSO CON SU PINTURA.
Beatriz Mátar
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2 comentarios:
Qué hermoso texto!!! Voy a decirles a los chicos de mi grupo que pasen a leerlo.
Y, es así, es una maravilla el arte del actor, y consiste en eso, en pintar en el aire, generoso con su pintura y feliz medularmente al hacerlo. El actor pinta en el aire con su cuerpo, con su mirada, con su voz, con su aire... El actor pinta en el aire con su energía, con su imaginación, con sus emociones, con sus sentimientos... El actor pinta en el aire y es pincel y es pigmento.
Un abrazo a todos, los amo, gracias !!!!
Gracias, Marina, por tu paso por nuestro blog. Tus palabras son poesía pura.
¿Será que los actores son profundamente epidérmicos?
Un abrazo.
Horacio.
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